El cantante se lastimó seriamente el mes pasado cuando se cayó del escenario durante un show en Suecia, lo que obligó a Foo Fighters a cancelar su presentación como banda principal del festival Glastonbury más otras fechas europeas. Sin embargo, Grohl no quiso perderse el show por el 20° aniversario de la banda en Washington D.C.

El exNirvana había adelantado en Twitter que iba a estar presente en el evento, y que seguramente subiría al escenario con un yeso en su pierna y sentado en un trono. Las guitarras sobresalieron de todas partes desde la silla especialmente construida para Grohl, que dio la sensación de ser una versión rockera del sillón del poder en Game of Thrones.